Parecerá sorprendente pero el predicado sintáctico no forma parte de la tradición gramatical francesa, que se basa en la distinción entre el sujeto y el verbo, y entre el verbo y sus complementos. Esta tradición se remonta al siglo XVII, con la obra de Port-Royal, que estableció las bases de la gramática francesa a partir de la lógica aristotélica. Según esta gramática, el verbo es el núcleo de la oración, y el sujeto y los complementos son sus modificadores. Por ejemplo, en la frase "El perro muerde al gato", el verbo es "muerde", el sujeto es "el perro" y el complemento directo es "al gato".
Esta concepción de la gramática se ha mantenido vigente en la enseñanza del francés hasta nuestros días, con algunas variaciones y adaptaciones. Sin embargo, en las últimas décadas, se han desarrollado otras corrientes gramaticales que han cuestionado y criticado la gramática tradicional, y han propuesto nuevas nociones y categorías para analizar la lengua. Una de estas corrientes es la gramática generativa, que se basa en la idea de que existe una gramática universal que rige todas las lenguas humanas, y que se manifiesta a través de reglas y principios abstractos. La gramática generativa se originó en los años 50, con los trabajos de Noam Chomsky, y ha evolucionado y diversificado a lo largo del tiempo.
Una de las nociones que propone la gramática generativa es la de predicado sintáctico, que se define como la parte de la oración que expresa lo que se dice del sujeto, y que puede incluir el verbo y sus complementos. Según esta noción, el verbo no es el núcleo de la oración, sino que forma parte del predicado, junto con otros elementos que lo modifican. Por ejemplo, en la frase "El perro muerde al gato", el predicado es "muerde al gato", y el sujeto es "el perro".
La noción de predicado sintáctico se considera más adecuada que la de complemento del verbo para describir la estructura y el significado de las oraciones, ya que permite captar mejor las relaciones entre los elementos de la oración, y evitar las ambigüedades y las inconsistencias que genera la gramática tradicional. Por ejemplo, en la frase "El perro muerde", el verbo "muerde" no tiene complemento, pero sí tiene predicado, que es el mismo verbo. En cambio, en la frase "El perro es blanco", al verbo "es" le sigue un atributo, que es "blanco", ya que el verbo "es" no expresa ninguna acción ni estado del sujeto, sino que solo sirve para conectar el sujeto con el atributo, por lo que es un predicado no verbal, y se predica del nombre. Así, la noción de predicado sintáctico permite distinguir entre los verbos que tienen significado propio, y los que solo funcionan como auxiliares o copulativos.
El predicado sintáctico en Francia: una noción rechazada
En 2015, el Ministerio de Educación Nacional de Francia decidió introducir el concepto de predicado sintáctico en los programas escolares de primaria y secundaria, con el objetivo de simplificar el análisis sintáctico y facilitar el aprendizaje de la lengua francesa. "A buenas horas", pensarán muchos docentes de "lenguas" en España. Sin embargo, esta decisión provocó una fuerte oposición por parte de muchos profesores, lingüistas, académicos y otros sectores de la sociedad, que consideraron que el concepto de predicado sintáctico era confuso, impreciso, inadecuado y ajeno a la tradición gramatical francesa. Además, criticaron que el Ministerio no hubiera consultado ni informado adecuadamente a los docentes sobre este cambio, y que no hubiera proporcionado los recursos pedagógicos necesarios para su aplicación. Así, estos sectores presionaron para que se revisara y se modificara la introducción del concepto de predicado en los programas escolares, y se mantuviera el de complemento del verbo.
Ante la polémica generada, el Conseil Supérieur des Programmes (CSP), un organismo "independiente" encargado de elaborar y evaluar los programas escolares, intervino para revisar y modificar la introducción del concepto de predicado sintáctico. Algún tiempo después, el CSP publicó una nueva versión de los programas, en la que se matizaba el uso del concepto de predicado sintáctico y se mantenía el de complemento del verbo. Así, se buscaba respetar la terminología tradicional y evitar la confusión entre los alumnos.
Afortunadamente, el CSP también recomendó que se formara y se acompañara a los profesores en la aplicación de los nuevos programas, y que se evaluara su impacto en el aprendizaje de los alumnos. Pero básicamente podemos considerar que algunos políticos del momento no se atrevieron a seguir las indicaciones de un organismo profesional que vela por la idoneidad de los contenidos curriculares, y prefirieron dar marcha atrás para calmar a los sectores más críticos. Desde entonces le perdí la pista a la evolución de este asunto, pero entiendo que sigue igual.
Aunque reconozco el papel del CSP como garante de la calidad y la coherencia de los programas escolares en Francia, y la importancia de que las decisiones pedagógicas se basen en criterios científicos, didácticos y consensuados, me parece que se ha cedido demasiado a la presión de los sectores más conservadores y reacios al cambio, y que se ha desaprovechado una oportunidad de innovar y mejorar la enseñanza de la gramática en Francia.
El predicado sintáctico en España: una noción aceptada
A diferencia de Francia, en España el concepto de predicado sintáctico no ha generado tanta controversia, y se ha enseñado en la primaria y la secundaria desde principios de los años 80, junto con otras nociones de carácter generativista, como el sintagma, el núcleo, el argumento, el adjunto, etc. Estas nociones forman ya parte de la gramática escolar española, que se basa en gran parte en la gramática generativa, pero adaptada a las características y necesidades de la enseñanza.
La introducción de estas nociones en la enseñanza de la lengua española se debe a la influencia de la que podríamos denominar "Escuela de Barcelona", un grupo de lingüistas que se dedicaron a estudiar y difundir la gramática generativa en España, y que elaboraron una serie de propuestas didácticas para aplicarla en la escuela. Entre sus más ilustres miembros se encontrarían Ignacio Bosque, Violeta Demonte, José María Brucart, Carme Picallo, Jaume Solà, etc. Estos lingüistas defendieron que la gramática generativa era más científica, coherente y descriptivo-explicativa que la gramática tradicional al uso de aquellos años, y que permitía a los alumnos desarrollar su competencia lingüística y comunicativa, así como su capacidad de razonamiento y análisis.
La introducción de la gramática generativa en la enseñanza de la lengua española también se vio favorecida por el contexto político y social de la época, marcado por la transición democrática y la reforma educativa. En este contexto, se buscaba renovar y modernizar la educación, y se valoraba la diversidad lingüística y cultural del país. Así, se creó el Consejo Escolar del Estado, un órgano consultivo y participativo que se encarga de asesorar al Gobierno en materia educativa, y que está integrado por representantes de la Administración, las comunidades autónomas, los sindicatos, etc. El Consejo Escolar del Estado tiene funciones consultivas, de asesoramiento y de propuesta al Gobierno, y elabora cada año un informe sobre el estado y la situación del sistema educativo. Es algo así como el equivalente al Conseil Supérieur des Programmes de Francia.
Gracias a este contexto favorable, la gramática generativa se incorporó a los programas escolares de lengua española, y se plasmó en los libros de texto y en las pruebas de evaluación. Así, los alumnos españoles aprendieron a identificar y analizar los sintagmas, los núcleos, los complementos, etc., y también el predicado sintáctico, como la parte de la oración que expresa lo que se dice del sujeto. Estas nociones se han mantenido vigentes hasta la actualidad, con algunas modificaciones y actualizaciones.
La introducción de la gramática generativa en la enseñanza de la lengua española ha tenido una valoración positiva por parte de la mayoría de los docentes y los lingüistas, que han considerado que esta gramática facilita el desarrollo de la competencia lingüística y comunicativa de los alumnos, así como su capacidad de razonamiento y análisis. Y lo que a muchos les resultará más sorprendente, también ha tenido una repercusión internacional, y ha suscitado la admiración y el interés de otros países francófonos, como en Canadá (en Québec), donde se ha tratado de introducir una gramática similar, la Nouvelle grammaire, en la enseñanza del francés.
El predicado sintáctico en Québec: una noción deseada
Québec es una provincia canadiense que tiene como lengua oficial el francés, y que cuenta con una amplia autonomía en materia educativa. En Québec, la enseñanza del francés se ha basado durante años en la gramática tradicional francesa, que, como hemos dicho anteriormente, se caracteriza por la distinción entre el sujeto y el verbo, y entre el verbo y sus complementos. Sin embargo, desde hace algunos años, se ha generado un movimiento que aboga por la renovación y la modernización de la gramática escolar, y que propone la introducción de la Nouvelle grammaire, una gramática inspirada en la gramática generativa, y adaptada a las características y necesidades de la enseñanza.
La Nouvelle grammaire es una propuesta elaborada por un grupo de lingüistas, profesores y expertos en educación de Québec, que se han inspirado, entre otras cosas, en la experiencia de la enseñanza de la lengua española en España desde los 80. Podemos considerar afines a la Nouvelle grammaire a expertos y lingüistas como Anne-Marie Brousseau, Claude Germain, Jean-Claude Corbeil, Jean Delisle, etc.
La Nouvelle grammaire propone toda una serie de nociones y categorías para analizar la lengua muy parecidas a las que se usan en España (o incluso iguales), entre las que se encuentra el predicado sintáctico. Según esta "novedosa" noción, el verbo no es el núcleo de la oración, sino que forma parte del predicado, junto con otros elementos que lo modifican. Por ejemplo, en la frase "Le chien mord le chat", el predicado es "mord le chat", y el sujeto es "le chien". Este enfoque, semejante al español, permite evitar las ambigüedades y las inconsistencias que genera la gramática tradicional. Por ejemplo, en la frase "Le chien mord", el verbo "mord" no tiene complemento, pero sí tiene predicado, que es el mismo verbo. En cambio, en la frase "Le chien est blanc", "blanc" es el atributo de un predicado nominal, ya que el verbo "est" no expresa ninguna acción ni estado del sujeto, sino que solo sirve para conectar el sujeto con el atributo.
El predicado: ¿una oportunidad perdida?
Con todo, la introducción de la Nouvelle grammaire en la enseñanza del francés en Québec no ha sido fácil por razones análogas a las de Francia, donde el peso de la tradición y los oportunismos políticos han lastrado de momento la oportunidad de que sus alumnos aprendan y conozcan esta noción básica para la lingüística moderna, que hace de la Lengua (Français) una asignatura más científica, más objetiva. Es "sorprendente" que esto haya sucedido teniendo en cuenta que Francia se ha permitido tener un organismo como el CSP, un organismo de gran transparencia y profesionalidad, ya que cada vez que se necesita consultar si un contenido u otro debe ser introducido o modificado de los currículos escolares se hace públicamente, colgando el pdf con la propuesta en su página web, con preguntas dirigidas a los que más saben sobre dicho asunto, y colgando de nuevo el pdf con la respuesta de los académicos y expertos. Es una manera de vincular los contenidos que se estudian en primaria y secundaria con los conocimientos y descubrimientos de los que más saben, y es, por tanto, una forma de ligar el conocimiento científico más actualizado con lo que se ve en las aulas. Es admirable. Y sin embargo, los sectores más reaccionarios del mundo educativo y mediático presionaron tanto que consiguieron hacer volver a la oscuridad a la civilizada Francia con el beneplácito de los políticos cortoplacistas de turno.
En España, y en particular en Madrid, estamos muy habituados a este tipo de influencias nefastas en las que por razones ideológicas se potencian o suprimen horas de determinadas materias, incluso asiganturas enteras. Da igual el color político, lo practican todos. Por eso es un milagro que se haya introducido durante los años 80 estos cambios en la enseñanza de la gramática que tanta admiración ha suscitado fuera de nuetras fronteras, y es un milagro mayor que todavía sigan vigentes. Deberíamos cuidar esto.
Me parece lamentable que, en la situación actual, la ley educativa (y una parte del profesorado) muestren cierta aversión a la enseñanza de la sintaxis (o incluso de la gramática en general) y, por consiguiente, desprecien sin darse cuenta uno de los mayores logros educativos españoles desde la Transición y el surgimiento de la educación pública por las razones que he explicado anteriormente. Queridos colegas profesores de Lengua Castellana (y su literatura...): como profesor de Francés me inquieta que la segunda lengua extranjera esté decayendo en el sistema educativo, y que el concepto de plurilingüismo que nos sugiere Europa se esté aplicando de forma parcial y deformada. Y además también temo que esta tendencia se propague a la enseñanza de la gramática en las clases de Lengua, y que se ignore su relevancia y su rigor.
Por tanto, se hace necesario reivindicar una "educación lingüística general" que se aleje de veleidades políticas y que sea seria, consensuada y duradera, tanto en lo que se refiere a las lenguas extranjeras como a la lengua materna, ya que al fin y al cabo son distintas facetas de lo mismo: la(s) lengua(s). Siempre digo que cuando sale el profesor de Lengua por la puerta del aula entro yo, el profesor de Francés, y reutilizo sus explicaciones metalingüísticas de una u otra manera. De esta forma, trato de contribuir al enriquecimiento de los repertorios y experiencias lingüísticas de los alumnos, y facilitarles su integración y su participación en una sociedad democrática, diversa y plurilingüe.
Dr. Mario Hernández
Profesor de Secundaria de Francés (Madrid)
Twitter: @conmariobasta
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